Tienes ese proyecto o idea en mente, pero algo en tu cabeza te está diciendo que no va a funcionar, que seguro sale mal o que no estás preparado para hacerlo. Bienvenido Síndrome del impostor, te estaba esperando. En esta nota te propongo 3 estrategias para enfrentar ese miedo interno y animarte a desbloquear todo tu potencial.

El impostor que llega cuando nadie lo llama

¿Sabías que tú puedes ser tu mejor aliado o tu peor enemigo? Arranco con una pregunta que es un baldazo de agua fría, pero que viene camuflada con una gran verdad. Si te detienes unos minutos a pensar cuáles son las cosas que te frenaron a perseguir tus sueños, desde ya te anticipo cuál será la conclusión a la que llegarás: tú mismo. Quizás al principio no lo notes, y lo primero que venga a tu mente sea “el dinero y la economía del país”, “la falta de oportunidades”, “no tenía tiempo para dedicarle” y una larga lista de etcéteras. La verdad es que esas creencias no son más que juicios y limitantes que te has puesto tú mismo.

El impostor vive dentro de nosotros, y en muchas ocasiones llega sin tocar la puerta, simplemente se escabulle silenciosamente en nuestra casa y genera estragos. Te murmulla frases como “todavía no estás listo/a para dar ese paso”, “y si lo haces y no tienes éxito?” o “que dirá la gente cuando te vea haciendo eso”; y el peor error que podemos cometer es escucharlo. Cuando aprendemos a detectar en qué momento se metió en nuestra casa, ahí podemos decirle “Bienvenido, te estaba esperando, lástima que en esta oportunidad no te podrás quedar por mucho tiempo”.

3 estrategias para echarlo de tu vida

Ya le diste la bienvenida, pero ahora es momento de echarlo por donde entró. A veces es difícil hacerle frente, pero aquí te regalo 3 métodos (casi siempre infalibles) para que lo puedas hacer:

1. Ponte en modo Sherlock Holmes: busca evidencias, intentando separar las emociones de la realidad. Haz una lista de las cosas en las que sí eres bueno, y cuántas victorias has tenido, intenta ser lo más objetivo posible. Cuando finalices, escribe qué podría pasar en el peor de los casos si lo intentaras, e idea un plan de acción para ejecutar en esas situaciones.
2. Habla con la voz en alto: todos los días, declara qué cosas quieres lograr, e incluso afírmalas como si ya estuvieran pasando. El lenguaje le envía señales a tu cerebro de que esa es tu realidad, y tu mente por sí sola comenzará a actuar desde un lugar de abundancia.
3. Tírate flores: con cada pequeño logro, permítete festejar tus avances. Puedes intentar pararte frente a un espejo y aplaudirte a ti mismo, o incluso imaginar que toda una audiencia te hace una ovación de pie por lo que has alcanzado. El hecho de creerte merecedor de un reconocimiento, te alienta a ir por más y sentirte imparable ante el mundo.

Eres imparable, ahora vas por todo

Aprendiste a no tener miedo y hacerle frente a ese impostor escurridizo, pero ahora llega la parte más emocionante y que requiere de más esfuerzo y valentía: tomar acción. Cuando sientas que debes hacer algo, simplemente hazlo, utiliza esa inercia energética a tu favor. No esperes a tener permiso de nada ni nadie, la decisión más importante vive en ti; conviértete en tu mejor aliado, la recompensa será inmensa.

En el momento en que nos ponemos en marcha y los resultados van llegando, el impostor ya tiene miedo de entrar, porque sabe que no puede hacerle frente a esa versión imparable de ti mismo. Confío en que irás por todo; ya lo sabes, nada te detiene.

Puedes dejarme en comentarios cómo le vas a hacer frente a tu impostor, para que compartamos ideas juntos en esta comunidad. Te leo!

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Valentina Marmai