¿Y si te dijera que no sos la persona que venís siendo?

¿Y si te dijera que no sos la persona que venís siendo?
Por Raúl Calvo – Master Coach Ontológico Profesional
Quizás pensarías que estoy “loco”, o que estoy diciendo algo sin sentido. Pero dame unos segundos y permitime mostrarte por qué esto tiene mucho más sentido del que parece.
Imaginá por un momento que tenés en tus manos una plastilina. Cerrá los ojos y visualizala: ¿cómo se siente?, ¿qué forma tiene?, ¿qué podés hacer con ella?
Ahora imaginá que colocás esa plastilina dentro de un molde con forma de flor. ¿Qué forma tomará? Una flor, por supuesto.
Ahora hagamos algo más audaz: imaginá que esa plastilina tiene vida, y al salir del molde de flor, cree que ella es una flor. ¿Curioso, no? Pero si luego la volvés a moldear como un león, ¿qué creería que es ahora? Exacto: un león.
Y con esto quiero invitarte a pensar lo siguiente: ¿y si vos también fuiste moldeado sin darte cuenta
El poder invisible de los moldes
Desde que nacemos, estamos siendo formados por lo que nos rodea: la familia, la escuela, la cultura, los medios de comunicación. Y aunque no lo notemos, ese entorno va moldeando nuestras creencias, formas de ser, maneras de pensar, sentir y actuar.
Creemos que “así somos”, pero en realidad, muchas veces somos lo que aprendimos a ser. Lo que otros nos enseñaron que éramos.
¿Cómo saber si estás atrapado en un molde?
Hagamos una prueba simple. Pensá en una princesa. Sin pensarlo mucho, ¿cómo te la imaginás? ¿Rubia, con ojos claros, vestido largo, delicada?
Ahora pensá en alguien que juega fútbol o trabaja en la construcción. ¿Lo imaginaste hombre?
Eso es lo que hacen los estereotipos. Moldean nuestras imágenes, nuestras ideas, y también nuestras posibilidades. Y aunque parezcan inofensivos, pueden ser límites invisibles que determinan nuestras decisiones, relaciones y sueños.
La buena noticia: podés cambiar el molde
Ahora la pregunta importante:
¿Estás satisfecho con la persona que venís siendo?
Si la respuesta es “no del todo”, quiero invitarte a hacerte otra pregunta:
¿Qué parte de ese molde ya no te está funcionando?
Cuando reconocés esas formas aprendidas que hoy te limitan, empezás a dar un paso poderoso hacia tu transformación. Porque, al igual que la plastilina, vos también sos moldeable. ¡Y eso es esperanzador!
No estás condenado a ser siempre la misma versión de vos.
Podés transformarte.
Podés elegir.
Podés rediseñarte.
Potencializá tu Ser
Si este mensaje resonó con vos, te invito a dar el primer paso en este viaje:
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Un espacio creado para guiarte, desafiarte y acompañarte a descubrir tu verdadero potencial.
Vamos a trabajar juntos para que puedas salir del molde en el que fuiste puesto, y empieces a crear desde tu autenticidad, desde tu poder personal y desde tu propósito.
Porque sí, se puede cambiar. Pero no pasa solo. Pasa cuando decidís.
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Yo voy a acompañarte, pero el capitán… sos vos.
Nos vemos en el taller.
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